martes, 31 de marzo de 2009

Carta a un maestro

Querida Consuelo:

De pequeña nunca pensé que mi vocación sería ser profesora. Nunca imaginé que el día de mañana yo también iba a tener la oportunidad de enseñar y ayudar a muchos niños a que tengan una buena educación.

Para mí has sido una profesora ejemplar, nos animabas y motivabas a trabajar, tu serenidad y seriedad me impactó, eras capaz de mantener el orden de tal manera que ni siquiera nos planteábamos molestar al compañero. Nos respetabas y tratabas a todos por igual y eso, me cautivó.

Quiero darte las gracias por tu saber estar, por sacarnos siempre esa sonrisa que a todos gusta y también, por hacernos sufrir un poquito con tus exigencias. Pero gracias a ello, hoy puedo decir que he aprendí a respetar a los compañeros, a ser responsable con mis tareas, y sobre todo, abrir los ojos y poder ser ahora un ejemplo para mis alumnos.

PD: La educación es libertad.

Realizado por Esther López

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